¿El purín o el digestato?
Lo malo o lo peor…
Ojalá existiera un lugar donde poder meter todo lo que no nos gusta para hacerlo desaparecer, ¿Verdad?
Si esa maravillosa máquina de disolución existiera, con toda seguridad encontraríamos una gran variedad de cosas que meter dentro, empezando por (perdón por la expresión) cualquier clase de mierda, y por supuesto, excrementos como el purín.
Si además consiguiéramos que al introducir excrementos por un lado de la máquina, por el otro lado saliera dinero… pues sería la mejor invención nunca creada, el sueño de cualquier mortal hecho realidad.
Pero hablemos del purín. El purín contiene una gran cantidad de nitrógeno; y eso, como sabemos, es muy perjudicial para los acuíferos.
El problema es que ni el purín ni el nitrógeno desaparecen en las plantas de biogás, ya que en muchas de ellas el purín se transforma en un subproducto (digestato) con prácticamente la misma carga de nitrógeno, pero con añadido adicional de numerosos metales pesados y elementos químicos que, aunque aceptados por la normativa, son también perjudiciales para el acuífero.
Pero es que además de ser más contaminante para el suelo que el purín, el procesado para la obtención del metano genera también gases muy tóxicos en el aire.
Ojalá que al menos estas gigantes instalaciones fueran capaces de acabar con el olor del purín, pero de igual modo que hacen con la parte sólida y líquida, sólo lo transforman.
Huele al salir y también al extenderlo por el campo. Y huele peor que el purín. ¿Saben ese olor que desprende el camión que transporta en nuestros pueblos los cadáveres de animales fallecidos en las granjas, el llamado coloquialmente “camión de los muertos”? Pues así…
Quizás, en lugar de adoptar soluciones a un problema que lo empeora aún más, habría que empezar por impedir que el problema creciera, cortando de raíz la concesión de más autorizaciones para seguir instalando granjas de cerdos que sigan generando cada vez más purín.
Estaría bien saber por qué en Holanda actualmente subvencionan a los ganaderos para cerrar macrogranjas mientras que aquí siguen autorizando a instalar más.
NOTAS:
– La inmensa mayor parte de las plantas de biogás de Alemania son pequeños digestores de autoconsumo.
– En Alemania las temperaturas son bastante inferiores a las de España, algo fundamental en el tema de los olores.
– Zamora es la cuarta provincia de España con más cabezas de porcino
¿En algún sitio habrá que poner más macrogranjas?
¡Pues desde luego, no aquí!
Reenvía
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